En este artículo, vamos a explorar dos puntos (de muchos) que debemos tener en cuenta para mejorar el resultado de nuestra página web de forma inmediata, sencilla y sin mucha inversión.
Uno: ser específicos
Cuando uno empieza en el negocio, la tentación de tener como clientes “a todo el mundo” es simplemente demasiado grande.
Pasado un tiempo, nos vamos dando cuenta de que hay un cierto grupo de clientes con los que nos entendemos mejor, con los que podemos trabajar mejor, con los que “tenemos más onda” o simplemente a quienes podemos ayudar mejor.
Esta segmentación puede darse por varios temas (ej: pagan mejor, pagan a tiempo, son más receptivos a mis consejos, tienen un mayor Retorno de Inversión con mi producto o servicio…) y hace que “seamos más útiles” para cierto perfil de cliente.
Ejercicio: Elige los ¿cinco? mejores clientes, con los que más te gusta trabajar y describe su tipo y características (ej: son estudios contables de más de diez empleados, son agencias de coches… lo que sea). Identifica sus temas de interés, cómo se comunican, qué les gusta.
Recorre tu sitio web y pregúntate: ¿está dirigido a este tipo de cliente? ¿Habla de esas cosas que les interesan? ¿Muestra imágenes pertinentes?…¿Les presento los beneficios de trabajar conmigo adecuadamente?… ¿No será hora de revisar mis contenidos?
Dos: facilitar las cosas en tu diseño web
Tu sitio web es, usualmente, la primer experiencia de contacto que un cliente va a tener con nuestra empresa. Sí, así de significativo es.
Es importante que al “entrar” al mismo, el usuario y potencial cliente sepa de inmediato que hacer para encontrar lo que busca, hacia dónde ir y cómo manejarse sin ayuda.
Pero en lo que muchas diseños web fallan hoy es en esto: ¿Qué pasa cuando encontré lo que busco? Bueno… supongo que deberé llamar por teléfono, ir al local comercial… etc.
Nunca dejemos “La Gran Respuesta” que buscamos librada al azar y/o a la buena voluntad.
Es vital que en todo el sitio, y en especial al lado de cada producto o servicio, el usuario encuentre un “llamado a la acción” (“Call to Action”) que sea claro, simple y le facilite entender qué debe hacer a continuación: “Click aquí para más información”, “Quiero saber más”, “Contacte con nosotros”… o el ya clásico: “¡Llame yaaa!” 🙂
Ese “CTA” llevará a la página web de contacto, a un formulario o a cualquier otra sección de nuestro sitio que sirva como medio de contacto con nosotros.
Ejercicio: fijate si hay “llamados a la acción” en tu diseño web. Si no es así, medita sobre el “camino” que seguirá tu cliente al navegarla y selecciona los lugares donde creas que tendrá más impacto. No olvides colocar un mensaje que “llame a la acción” y un enlace a tu página de contacto.
Conclusión:
Como creo que todos sabemos a esta altura de nuestras vidas, no hay soluciones mágicas para nada. De cualquier manera también tenemos claro que, con la adopción de ciertas conductas ya probadas por otros anteriormente, tenemos más posibilidades de facilitar nuestro éxito.
Gracias por leer hasta aquí y esperamos que estos consejos sean de utilidad para mejorar el sitio web de tu empresa.
Hasta la próxima.
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